Voy a comedte
Voy a comedte es un precioso y divertido álbum ilustrado que os hará reír sin parar, con el personaje más feroz y temido de todos los cuentos.
Información | |
Título | ¡Voy a comedte! |
Autor | Jean-Marc Derouen |
Ilustradora | Laure du Faÿ |
Editorial | Kókinos |
ISBN | 978-8492750863 |
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Cuento ¡Voy a comedte!
Había una vez un animal muy valiente, feroz y peligroso. El animal más temido de todos los bosques a lo largo y ancho del mundo literario de nuestras ranitas: el lobo.
Pues así comienza esta historia, con un lobo enorme, malvado y hambriento, muy hambriento. Dispuesto a todo por tener, al fin, un suculento manjar de carne fresca.
Con esa idea se esconde entre los abetos del bosque. Entonces aparece un lindo conejito blanco, tierno, rellenito y sonrojadito. ¡Mmmm!, todo un manjar a los ojos de nuestro lobo feroz.
«¡Ahhhh! ¡Voy a comedte, conejito blanco!
¡Voy a comedte ahoda midmo!»
Pero, ¿cómo? ¿Qué es lo que ha dicho el lobo? ¿Lo habéis entendido? Y el conejito, ¿lo habrá entendido?
Vaya, vaya… Parece que este lobo feroz tiene algún problemilla y necesita una ayudita, ¿no?
El lindo conejito intentará librarse de ser la cena del lobo, aprovechando este problemilla del habla del can.
¡Qué conejito tan listo! ¿Lo conseguirá?
Además, conoceremos a otro conejito rojo, que demostrará también su inteligencia, engañando a nuestro pobre lobito, e intentará enseñarle a cazar como es debido. Pero, ¿se librará o será finalmente la cena del lobo?
Finalmente, aparecerá en escena un personaje que… ¡Oh, oh! Parece ser más temido y peligroso que el propio lobo y… ¡oh, no!, el lobo le muerde sin querer. 🙈
¿Quién será ahora la cena de quién?
Sin embargo, no perdamos la fe en el mundo. Los conejitos, que parecían haberse reído del lobo y su problemilla del habla, vuelven preparados para ayudarle a solucionarlo.
Y así, el lobo, muy agradecido, se convierte en ¡VEGETADIANO!
Objetivo del libro
Un libro cuyo principal objetivo, claramente es la diversión, el disfrute de al lectura.
Nos ofrece un personaje de cuento clásico desde un punto de vista muy diferente, ni el malo malísimo, ni el bueno de la historia tampoco. Simplemente un personaje con una pequeña dificultad, como podríamos tener cualquiera de nosotros. En este caso, un problema de dicción: nuestro lobo es incapaz de pronunciar ciertos fonemas como la «r» y la «s».
Casualmente, el fonema «r» es uno de los más complicados de adquirir en la etapa infantil, algunos peques necesitan un empujoncito para adquirirlo adecuadamente e incorporarlo en su habla espontánea.
Y con esta historia, quizás, se puedan ver reflejados con el lobo y su problemilla. Así, podremos animarles a no tener vergüenza y aceptar la ayuda de los demás, al igual que el lobo de esta historia.
Hacer natural y común el tener dificultades o problemas y tratarlo con normalidad, sin burlas ni comentarios.
Aspectos técnicos del libro
En cuanto a la edad recomendada de este libro, sería para la franja de los 4 a los 6 años.
Debido a su tipografía en mayúscula, es un libro perfecto para que puedan ir leyendo solitos en su inicio en la lectoescritura.
La narración es sencilla y breve, haciéndolo idóneo para primeras lecturas, evitando que los peques se cansen y desmotiven.
Las ilustraciones son muy chulas, juega mucho con los contrastes de colores para centrar la atención de las ranitas peque-lectoras. Son dibujos sencillos, fáciles de comprender y que ayudan a asimilar la historia que nos quieren contar dichas ilustraciones.
¿Por qué deberías comprar Voy a comedte?
El cuento Voy a comedte nos encanta, creemos que deberías adquirirlo para tu biblioteca infantil porque…
- Es ideal para iniciarse en primeras lecturas por su tipografía en mayúscula y su narración breve y sencilla.
- ¡Es súper divertido! Arrancará sonrisas y carcajadas.
- Nos presenta un personaje clásico de la literatura infantil, el lobo, desde una perspectiva distinta a la habitual.
- Podemos trabajar las dificultades de dicción.
Conclusión
Se trata de un libro original, divertido, con un toque tierno, que nos despertará simpatía por el malo malísimo de los cuentos.
A veces, los malos no son tan malos, ni los buenos tan buenos como aparentan.
¡Nos interesa tu opinión! ¿Qué te ha parecido?